lunes, 9 de marzo de 2015

ELDA DURANTE EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX

Elda, en tres décadas (II) 

Este incremento de actividad, este movimiento incesante, y la fácil corriente económica que movilizaba, creando continuamente puestos de trabajo y llevando el bienestar económico a las familias eldenses, atrajo a muchas otras  de poblaciones más o menos cercanas, asentándose aquí muchas familias procedentes de Almansa, Yecla, Jumilla, Pinoso y otras poblaciones de Murcia, Albacete y Alicante, además, naturalmente, de las localidades vecinas de Petrel, Monóvar y Sax, de las cuales no era preciso el traslado familiar, ya que la corta distancia entre estas poblaciones y Elda se podía recorrer fácilmente en bicicleta o a pie, para regresar de noche a su hogar. Esta clase de especial emigración se mantuvo durante todo el período de tiempo que vamos a relatar e incluso más adelante. El crecimiento del censo eldense que esta afluencia de forasteros originó hizo aumentar la población rápidamente, haciéndola ascender de unos cuatro mil vecinos en que se había estancado el incremento de población desde principios del siglo XIX hasta los 6.000 con que cuenta al iniciarse el XX, aumentando igualmente la extensión del casco urbano eldense, prácticamente anclado durante siglos en sus límites casi medievales en torno a la iglesia y el castillo.


Alberto Navarro Pastor, Miguel Martínez Mena y José Ramón Valero Escandell, 
Elda durante el primer tercio del siglo XX, 
Novelda, Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, 1980, página 8.

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